El tacto es una habilidad para tratar con alguien, para llevar un asunto, mientras que la enseñanza es hacer que alguien aprenda algo, mostrar algo para otros y que éstos otros obtengan un aprendizaje.
Muchas veces como maestros nos enfrentamos a una serie de situaciones que se dan en el aula y que se tienen que sobrellevar, en ocasiones la solución de un problema puede tener una influencia positiva o negativa sobre el niño, es por eso que como docentes debemos saber que hacer ente situaciones que se presenten.
Tener tacto pedagógico es saber que hacer y claro que sea lo correcto, para esto se tienen que conocer las características de los niños, su forma de actuar, de reconciliarse y desenvolverse, al estar en contacto con ellos sabrás que hacer, un buen profesor logrará con sus actos que los niños tomen conciencia, dejará huella y tendrá el respeto de sus alumnos.
El tacto y la enseñanza van ligados, ya que para que exista una buena enseñanza es necesario que el profesor tenga la capacidad para actuar a situaciones imprevistas y no perder el control de la clase.
Con el tiempo y a través de la experiencia con tacto el maestro puede cumplir su propósito que es educar y que significa conducir hacía, es decir, con el apoyo, las respuestas de profesor, su atención, sus actitudes, su forma de actuar y la manera de comprender llevará a los niños a un mejor camino de confianza y respeto, por lo que la relación maestro-alumno será muy buena y los llevará de la mano hacía el aprendizaje.
Lo importante es tener claro que eres un formador, que vas a convertir al niño en una persona para el futuro, no sólo brindas conocimientos si no que das aprendizajes de vida.
Como profesores, guiadores del conocimiento y formadores debemos tomar en cuenta que todo se práctica con el ejemplo y para esto se debe tomar conciencia de lo que eres y lo que vas a transmitir a los niños, es por eso que para estas practicas que se avecinan dará lo mejor de mi y sabre como actuar y tratar de que todo se lleve a cabo lo mejor posible.
Si conocemos a los niños podemos lograr que ellos salgan adelante y para ello debemos actuar con tacto pedagógico y resolver o enfrentar cada situación con la mayor responsabilidad y respeto para lograr un buen ambiente de trabajo.
Debemos tener en cuenta que todos podemos salir adelante, que los milagros existen, y que todo se puede lograr si en verdad te lo propones. Se debe entregar todo, corazón, mente y cuerpo, poner de tu parte y hacer que los niños te vean como un ser humano que se interesa por él.
Como maestros debemos saber que somos capaces de percibir, entender y hacer para poder emplearlo en nuestras aulas y poder orientar a los niños hacia un verdadero aprendizaje donde involucre conocimientos, valores y actitudes que le permitan ver lo que esta adquiriendo y en que se esta convirtiendo gracias a maestros con tacto.
Lo que me gusto de la lectura es que te dice que es lo que como maestro puedes hacer y que te brinda ejemplos, además que trata de que comprendas que es lo que tú manejarás y cual es el impacto que dejarás en el niño.
Aprendí que lo más importante no son los conocimientos que brinda un maestro, si no como lo hace, como es que enfrenta cada situación y hace que los niños no salgan afectados, que lo mejor del aprendizaje es la enseñanza que se adquiere a través de cada día y de la relación que se establece con el grupo.
No te dejes vencer maestro, trata de solucionar y sobrellevar cada situación de la mejor manera posible ya sea de la interacción diaria o de la manera en que brindas tus conocimientos, siempre ten en cuenta que los mejores resultados los obtendrás al emplear tu tacto.
BIBLIOGRAFÍA
Max Van Manen, lecturas “El tacto pedagógico” y “El tacto y la enseñanza” en El tacto en la enseñanza. p.p 159-214
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